Acaba de finalizar un proceso de consulta impulsado por el departamento de transportes de la Comisión Europea sobre la evolución del handling en Europa y la aplicación de la Directiva 96/67/CE del Consejo del 15 de octubre de 1996. Esta Directiva “era un primer paso hacia la apertura gradual del mercado de asistencia en tierra, con el fin de contribuir a reducir los costes de explotación de las compañías aéreas y de mejorar la calidad del servicio”.
Este proceso de consultas se ha basado en la respuesta a un dossier de 33 preguntas sobre la situación actual y perspectivas futuras para la adecuación del sector a los nuevos tiempos. En su informe anual, la Comisión sugiere que la introducción de la Directiva ha traído consigo mejoras en los precios ofertados y una mayor calidad en el servicio debido al aumento de la competencia entre los diferentes operadores.
En lo que al empleo se refiere la Comisión ha detectado que este sector requiere “una fuerte dotación de mano de obra: unas tres cuartas partes de los costes totales de la asistencia en tierra se refieren a gastos de personal. La dificultad que encuentran los agentes de asistencia en tierra a la hora de atraer y conservar trabajadores cualificados debido a la importante rotación de personal es motivo de inquietud generalizada en los Estados miembros. Asimismo se sostiene que el aumento de la competencia resultante de la Directiva ha impulsado a las compañías aéreas o a los proveedores de servicios tradicionales a despedir a parte del personal, mientras que los nuevos agentes han contratado a nuevos trabajadores, en general con sueldos más bajos. Se ha producido, pues, en algunos Estados miembros cierta presión en las relaciones laborales, los niveles salariales y las condiciones de trabajo y, por tanto, en la estabilidad de los trabajadores. Parece que los nuevos agentes –e indirectamente, por tanto, la introducción de la competencia– pueden ser los causantes del deterioro de la cualificación y formación del personal, así como de sus condiciones de trabajo, con el consiguiente descenso de la calidad de los servicios prestados”.
En su informe dictamina que a pesar de que los resultados han sido satisfactorios en general, se detectan signos de involución que pueden originar problemas de competencia en el futuro de manera que, pretenden establecer una serie de parámetros para impulsar un sector fundamental en la Unión Europea.
Entre las medidas que se están barajando y que nos pueden afectar son la eliminación del número de operadores de handling por aeropuerto para aumentar la competencia y así disminuir los costes para las compañías aéreas, y en segundo lugar, eliminar la figura de la subrogación de personal porque según la Comisión, distorsiona el precio de mercado al tener que asumir trabajadores con unos costes cada vez mayores. Este hecho actuaría como barrera de entrada al mercado para las nuevas empresas ya que estarían obligadas a fijar precios más altos para cubrir los costes salariales del personal subrogado.
En definitiva, las compañías aéreas estarían presionando a la Comisión para que se modifique la directiva en vigor con el fin de que se liberalice, aún más, un sector que ha mostrado en los últimos años una decadencia sin precedentes.
Desde CESHA hemos contestado el cuestionario incidiendo sobre todo en la parte social y en las consecuencias que se pueden derivar de un exceso de liberalización del sector en temas tan sensibles como la seguridad de la navegación aérea. La formación y gestión de los recursos humanos, así como la preservación de los derechos de los trabajadores (la subrogación) han sido otros temas recalcados en nuestras respuestas.