El sector de handling debería tomarse muy en serio todo lo referente a la prevención de riesgos laborales en los aeropuertos. 

Este es uno de los grandes retos que tienen todavía las empresas que operan en los aeropuertos. Sin duda para muchos, uno de los grandes retos pendientes de los operadores de handling, compañías aéreas y Aena.

Un sector que trabaja los 365 días del año y las 24 horas al día.

No hablamos sólo de la actuación y los protocolos para operar con seguridad. Añadimos en este artículo uno de los más importantes y del que nadie habla y que afecta de manera muy directa a la salud de todos los trabajadores: la contaminación.

Los riesgos en el edificio terminal

En este apartado nos encontramos con los trabajadores que están de cara al público y que atienden a los pasajeros en las zonas de facturación y embarques.

  • Estrés por aglomeración y colas.
  • Turnicidad y nocturnidad (trastornos del sueño y digestivos).
  • Agresiones e insultos de “ciertos” pasajeros.
  • Tendencia a una mayor responsabilidad con menor formación.
  • Las condiciones de humedad y temperatura en el edificio terminal no son, muchas veces, las más adecuadas.
  • Posturales y de movimiento en la zona de facturación por movimientos repetitivos y manipulación de equipaje, a veces, pesado.
  • Lipoatrofia muscular ocasionada por la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las cargas iónicas y electromagnéticas de los edificios terminales.

Los riesgos en la pista

En este grupo se encuentran los trabajadores de carga y descarga, conductores de buses y push-back, coordinadores y de mantenimiento.

  • Ruido de los aviones y todos los vehículos rodantes.
  • Contaminación del aire. Las temidas PUF, partículas ultrafinas.
  • Climatológicos (frio, calor, lluvia, viento, niebla, nieve, hielo…).
  • Accidentes de tráfico.
  • Posturales en la carga y descarga del equipaje y mercancías.
  • Accidentes de tráfico.
  • Manipulación de mercancías peligrosas.
  • Turnicidad y nocturnidad (trastornos del sueño y digestivos).
  • Vehículos o parque móvil en mal estado por viejos y obsoletos.

La contaminación del aire

Ya publicamos un artículo mucho más detallado sobre la incidencia de este punto pero queremos resaltar que los estudios de los que disponemos son cada vez más concluyentes en esta materia.

Las PUF, más conocidas como las partículas ultrafinas, son partículas en suspensión derivadas de la combustión incompleta de los motores de los aviones y vehículos diésel. Estas partículas se inoculan a través de los pulmones llegando al torrente sanguíneo provocando problemas respiratorios y cardíacos.

La prevención

Esta es una de las grandes asignaturas pendientes de los operadores y compañías aéreas. Poco a poco van cogiendo conciencia de la importancia que tiene prevenir. Prevenir es proteger a tus empleados y esa debería ser la prioridad número uno.

Todavía estamos lejos de los parámetros en relación a los países más avanzados. Invertir en esta materia no es un gasto, es invertir en futuro, es calidad, es creer que podemos hacer las cosas de manera más saludable y sostenible.

En este sentido, la formación de todo el personal es uno de los puntos clave que previene accidentes y riesgos. Disponer de un buen equipo de formadores/monitores contribuye de manera eficiente a la disminución de algunos de los riesgos antes enumerados.

Electrificar el parque móvil rodante de los vehículos, rodar con un solo motor hasta el punto de espera de la pista de despegue, mantener los edificios terminales en buen estado, sustituir frecuentemente a los trabajadores de facturación, mejorar las conciliación, invertir en material… son algunas medidas que pueden contribuir a que nuestro trabajo se desarrolle de manera más segura y efectiva.

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