Las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de muerte asociadas a los horarios laborales maratonianos

 

Las primeras estimaciones mundiales de la OMS/OIT sobre enfermedades y lesiones en el lugar de trabajo ponen de manifiesto el nivel de muertes prematuras evitables debidas a la exposición a riesgos sanitarios relacionados con el trabajo”, según un comunicado de la OIT del 17 de septiembre de 2021.

Según este estudio, las jornadas muy largas (más de 55 horas a la semana) eran el factor más determinante de la muerte de miles de trabajadores. De hecho, entre los años 2000 y 2016 las muertes por este tipo de jornadas aumentó en un 29%.

Las largas jornadas son un hecho común en el sector de handling de aeropuertos. De media, en los aeropuertos españoles se trabaja una media de 56 horas a la semana, subiendo hasta las más de 60 horas que se dan en Iberia.

Cabe destacar que las enfermedades cardiovasculares (entre ellas los ictus y los infartos cardíacos) eran las principales causas de muerte asociadas a los horarios laborales maratonianos. En comparación con las personas que tenían jornadas normales (de entre 35 y 40 horas a la semana), aquellos que trabajan 55 horas o más tenían un 35% más de riesgo de sufrir ictus y un 17% más de morir de infarto cardíaco.

Existen factores biológicos como psicosociales y de comportamiento. De forma directa, el estrés constante y mantenido en periodos largos de trabajo termina afectando al sistema cardiovascular mediante el incremento de la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca y la alteración de diversos parámetros (aumento de colesterol …). Con el paso del tiempo, esto provoca mayor riesgo de arritmias, trombos y arteriosclerosis. La poca conciliación con la vida familiar propicia también afecciones en el comportamiento y una ruptura con el entorno más cercano.

Estas jornadas maratonianas afecta también al estilo de vida que tiende a ser menos sano: menor frecuencia de actividad física, dieta menos saludable, alteraciones del sueño, mayor consumo de drogas como alcohol, tabaco o cocaína y por tanto, aislamiento social… Además de las dolencias anteriores, las extensas jornadas laborales se traducen en más errores de los trabajadores por el cansancio que, según la naturaleza del trabajo, pueden traducirse en accidentes que pongan en peligro la vida.

Mantenidas en el tiempo, también incrementan el riesgo de los trabajadores de sufrir ansiedad, depresión y otro tipo de problemas mentales y de comportamiento.

Como ya hemos denunciado varias ocasiones, la solución a este problema que padece el sector de handling pasa por la disminución de los días de presencia y una reorganización de la jornada laboral.

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